Retos sobre la generación de residuos durante el ciclo de vida de los edificios

La generación de residuos en edificios no finaliza con su construcción y debe tenerse en cuenta tanto durante su vida útil como en su desmantelamiento. Los diseños de los proyectos deben enfocarse en minimizar la energía incorporada y otros impactos asociados con la extracción, procesamiento, transporte, mantenimiento y disposición de materiales de construcción y los residuos generados durante su operación.

 

Retos sobre la generación de residuos durante el ciclo de vida de los edificios

 

Reutilización de materiales de construcción. Fuente: Publicado por Alfonso Aranda Usón, Sabina Scarpellini, Ignacio Zabalza Bribían i Sergio Días de Garayo. EcoHabitar 2014.

Según RETEMA, en España únicamente se recuperan un 20% de los residuos de construcción y demolición (RCD). El resto o se abandona sin gestión (30%) o se comercializa de manera irregular sin cumplir la normativa aplicable (50%). Por lo que la mayoría de estos residuos se convierten en focos de contaminación y acumulación de materiales desaprovechados. Incluir los RCD en un entorno economía circular es necesario para poder crear un modelo de desarrollo sostenible dentro del sector de la construcción. Para ello, es necesaria la identificación de materiales de mayor valor y la recolección por separado de los elementos permitiendo un correcto manejo de los residuos para facilitar su posterior valorización.

Obviamente, la estrategia más efectiva para reducir los residuos es no generarlos. Para ello, es importante llevar a cabo una planificación y gestión tanto del proyecto como de la obra. Esto incluye un cálculo de los materiales y productos necesarios para la construcción lo más cuidadoso posible, teniendo en cuenta tanto el volumen a utilizar como la naturaleza de los mismos. Los materiales seleccionados deberían causar el menor impacto posible al medio ambiente durante su ciclo de vida, teniendo en cuenta tanto la extracción de las materias primas y la rapidez con la que se renueva el material en la naturaleza como el contenido de material reciclado, entre otras.

La implementación de medidas de minimización de residuos durante el diseño puede tener un papel clave en la prevención de residuos de construcción y demolición. Estas medidas pueden ser diversas, incluyendo el uso de materiales prefabricados y/o estandarizados, la reutilización de elementos de construcción de otras obras, etc.
 
Una vez se haya construido el edificio la generación de residuos que va a provocar no se termina, por lo que hay que tener en cuenta diversos factores durante el diseño. Uno de ellos es la durabilidad, incluyendo tanto el tiempo que va a durar el material sin tener que ser substituido como las medidas preventivas u otros materiales necesarios para su mantenimiento.

Finalmente, no podemos olvidarnos de los residuos que se generaran debido a la actividad que se lleva a cabo dentro del edificio, por lo que un estudio estratégico de contenedores donde depositar los diferentes tipos de residuos es muy importante. Estos, deberían ser accesibles para todo el personal incentivando así su uso y estar correctamente señalizados con los materiales que pueden o no tirarse. Pero también es fundamental que se establezcan unas prácticas de oficina que conlleven una reducción de la generación de residuos y en el consumo de recursos.

Certificaciones como la de TRUE Zero Waste evalúan el rendimiento de las instalaciones para minimizar sus residuos sólidos no peligrosos y maximizar la eficiencia en el uso de los recursos.  La certificación va más allá de la gestión separativa de los residuos si no que se centra en políticas de prevención y mejora de los flujos de materiales en los edificios, con lo que consigue que el objetivo de “Deshecho cero” sea exitoso en cualquier organización.

Llegado el fin de vida del edificio, hay que plantear si es posible reutilizar o reciclar los materiales para realizar otras funciones diferentes o iguales a la original. Por lo que, dependiendo de la tipología del edificio y su situación (p. ej. oficinas situadas en una ciudad o naves de comercio) el diseño debería estar pensado para su reutilización una vez terminado el periodo de uso original. De este modo, futuras actividades pueden llevarse a cabo en el mismo edificio con una generación mínima de residuos gracias a un diseño pensado en aumentar el ciclo de vida del edificio.

Si procede la demolición del edificio, ya que no puede alargarse su uso, los residuos originados deben ser gestionados de la manera más eficaz para su valorización, clasificándolos correctamente bajo criterios previamente establecidos.

En conclusión, los diseños de los proyectos deben enfocarse en minimizar la energía incorporada y otros impactos asociados con la extracción, procesamiento, transporte, mantenimiento y disposición de materiales de construcción y los residuos generados durante su operación.